Un recorrido mágico con niños por Euskadi
Estamos en pleno otoño, y cualquier fin de semana puede resultar propicio para hacer un pequeño viaje con la familia.
Tanto si hablamos de una escapada corta, como si disponemos de un puente, Euskadi es un destino ideal. No importa cuantos seamos ni el presupuesto que tengamos, lo importante son las ganas. Aquí encontraremos alojamientos de todo tipo: albergues, campings, casas rurales, hoteles urbanos, hoteles rurales, agroturismos…
Además, para completar el plan, Euskadi nos ofrece la posibilidad de degustar y gozar de su gastronomía local en una fantástica oferta de restaurantes y sidrerías.
Este artículo puede servirnos de guía para dar con aquellas actividades y planes que mejor se adaptan a nuestras necesidades, una variada oferta de recursos por todo el territorio, cuyas características especiales y su posicionamiento family friendly las hacen ideales para hacer un parón y disfrutar junto a la familia. Una gran diversidad que satisfará las expectativas de todos los miembros de la familia: los deseos, fantasías y exigencias de grandes y pequeños.
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Un recorrido mágico con niños por Euskadi
Cualquier parque natural, de todos los que tenemos por toda Euskadi, puede ser un buen punto de partida.
¿Qué tal si comenzamos por el parque natural de Urkiola? A sus faldas se encuentra Durangaldea, y allí, en Elorrio, tenemos Belaze Baserriko zaporeak donde, a través de un recorrido activo que une el caserío, la huerta y la cuadra, podremos conocer, vivir y sentir diferentes aspectos del oficio del baserritarra. No faltarán las experiencias con los animales y, al final del recorrido, podremos degustar alguno de los productos elaborados en el propio caserío. Si necesitamos un alojamiento por la zona, Eguzki B&B puede ser una gran opción. Sally y Rober nos recibirán con ricos desayunos caseros, elaborados con productos locales. Además, nos recomendarán las mejores opciones turísticas que ofrece la comarca para familias con niños. Otro plan fantástico por la zona es disfrutar un día en Alluitz natura, donde el pastor Patxi Solana nos invita a compartir su día a día, el de un auténtico pastor de Urkiola. Sin duda, una experiencia inolvidable en uno de los paisajes más impresionantes de Euskadi.
En Mañaria, podemos acercarnos a Hontza museoa, un lugar que acoge 1.500 ejemplares, entre Botánica, Fungi, Geología y Zoología y se puede visitar en familia los fines de semana, incluso los domingos por la tarde!
Continuamos nuestro recorrido por los parques naturales de Euskadi, y otra propuesta puede ser el Parque natural de Gorbeia, que nos brinda la posibilidad de visitarlo desde su cara norte hacia Bizkaia. Planes inolvidables pueden ser un paseo por los hayedos de Otzarreta o realizar una ruta en bicis eléctricas con Axpe ebike. En cambio, si lo que buscamos es un plan más tranquilo, podemos quedarnos en Orozko y descubrir todos los secretos y misterios del pueblo “de la mano de la Diosa Mari” con la ayuda de un divertido juego de pistas. Acabaremos el día visitando el Museo etnográfico de Orozko, un museo interactivo y participativo en el que los niños aprenden mientras se divierten con medios audiovisuales o con maquetas.
Para no acabar con la magia, dormiremos En las cabañas en los árboles. En su cabaña “Buho” pueden alojarse hasta 5 personas, y si viajamos con nuestro perro también es bienvenido. Para los que son más tradicionales el Hotel Osabarena, un típico caserío completamente renovado que dispone de todas las comodidades de un hotel urbano. El Gorbeia, y su famosa cruz hacen de frontera entre las provincias de Bizkaia y Álava, así que, si nuestra idea es quedarnos en la vertiente alavesa, el parketxe de Sarria, es una visita obligada con niños. Allí podremos realizar un pequeño picnic en el área recreativa con columpios y merenderos, o visitar la casa del parque y conocer más sobre el patrimonio natural y cultural que nos rodea. Podemos acercarnos a Hontza extrem, un parque multiaventura al aire libre que permanece abierto también durante estos meses de otoño.
Parar coger fuerzas podemos comer en la sidrería Iturrieta, conocida por la elaboración ecológica de sidra y zumo, con un parque para niños y menú infantil. El restaurante Artzegi, por su parte, con su cocina tradicional en un ambiente familiar, es también una buena opción para las familias con niños. Como broche final, nos podemos acercar al santuario de Nuestra Señora de Oro y allí mismo disfrutar de la terraza del Restaurante Atabaka. con unas bonitas vistas.
Descansaremos y nos relajaremos en cualquiera de estos alojamientos: Apartamentos rurales Haizatu, Apartamentos rurales casa Lafuente. Disponen de todo lo necesario para que nuestra estancia con los peques sea cómoda y segura. Y, sobre todo, para disfrutar de unos días de descanso y tranquilidad en un entorno idílico.
Un recorrido mágico con niños por Euskadi
Seguimos Álava hacia el este, y en el parque natural de Aizkorri Aratz, podremos elegir una ruta de senderismo adecuada para realizar con niños. Comeremos rico, muy rico, con producto de su propia cosecha y granja en Marutegi jatetxea.
Para alojarnos Legaire etxea o Lecea y Alianzas, ambos son alojamientos equipados con todo lo necesario para disfrutar tanto si viajamos solos o acompañados de otras familias. Y si el otoño viene fresquito podremos estar junto a la chimenea o aprovechar y hacer una barbacoa en el exterior. Si por el contrario la climatología es adversa, podemos irnos a “salvar el planeta” en Lautada puzzle room, la primera sala de escape en un entorno rural. También podemos visitar la quesería SAT Olano, donde con gusto nos enseñarán todos los secretos de este oficio artesanal.
La pequeña dimensión de Euskadi lejos de ser un inconveniente tiene sus ventajas. Dejando atrás la Llanada Alavesa, y recorridos unos pocos kilómetros, nos adentraremos en Gipuzkoa y, en un abrir y cerrar de ojos, nos plantaremos en la comarca de Debagoiena, allí podremos elegir entre una visita guiada al Santuario de Arantzazu, o aprovechar y visitar el parketxe de Arantzazu, que está a pocos metros. Podremos acercarnos a Oñati (que este mismo año ha sido reconocido por la Organización Mundial del Turismo como el mejor pueblo turístico del mundo), y sumergirnos en las Cuevas de Arrikrutz una de las joyas subterráneas del territorio,con una actividad específica para acercar a los más pequeños al mundo de la espeleología. Otra visita obligada con niños es el museo del chocolate txokolateixia, o elegir alguna de las visitas que se organizan desde la oficina de turismo para las familias. No abandonamos la comarca sin visitar el Museo Salino en Leintz Gatzaga, donde podremos conocer la historia de la fuente de sal que dio nombre a esta villa.
Seguiremos nuestro recorrido por el interior de Gipuzkoa. En Ezkio se ubica el caserío Museo Igartubeiti, entre la multitud de actividades que organizan para familias, destaca una novedosa exposición que se ha inaugurado este verano: “El mundo pintado en 4 sabores”. Esta muestra ofrece la oportunidad de conocer el origen y la singularidad de la cultura y la cocina vasca a través de 4 salsas, una exposición para todos los públicos y que, además, trae consigo actividades específicas para los niños.
Probablemente por las fechas en las que nos encontramos tengamos un pie, o por lo menos, algún pensamiento puesto en la navidad. Si es así, estamos en el lugar indicado. En /Mirandaola, la ferrería que se encuentra dentro del Valle del Hierro, desde el 4 de noviembre hasta el 23 de diciembre incluido, ofrecen una actividad para los más pequeños de la casa, un plan ideal para todos los que nos queremos contagiar de la ilusión de la Navidad. Allí nos esperan los personajes de la tradición vasca, el carbonero encargado de entregar los regalos navideños, Olentzero, junto con Mari Domingi y Burdintxo, que nos explicarán cómo se hace el carbón. Además, los niños podrán interactuar y entregarles sus cartas llenas de deseos.
Dando un pequeño salto a la costa vizcaína podemos visitar al carbonero en su propia casa, en Izenduba Baserria. En esta casona, donde también habitan otros personajes mitológicos, los niños disfrutarán y se dejarán envolver por su misterio.
Sin tener que alejarnos demasiado, nos podemos alojar en la Casa rural Txokoetxe y, para finalizar este recorrido otoñal en familia, qué mejor opción que disfrutar de los pueblecitos costeros o de excursiones por el Flysch, y nadie mejor que Geobizi, para ayudarnos en esta aventura.
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