Inaz Fernandez de El Puertito. Fotos: Pablo Urkiola

(entrevista 2022)

Inaz Fernández

Creador del primer oyster bar en Bilbao. El Puertito.

Fue el primer “bar de ostras” de la villa (“oyster bar” que dirían los anglosajones). Abrió sus puertas en la mítica calle Maestro García Rivero en 2013. Pocas fueron las personas que le auguraron una vida superior a seis meses a este arriesgado e innovador modelo de negocio en el que “sólo” ofrecen ostras. Pero la cosa funcionó, y hoy en día se ha convertido en todo un clásico de Bilbao.

Fueron pioneros en vender ostras de diferentes países y por unidad. Van todos los años a Francia a visitar a los productores de ostras para descubrir las novedades. Traen ostras de Irlanda, Francia, Holanda, Portugal y de diferentes sitios de España, directamente de los ostricultores.

¿Su éxito? Una acogedora decoración marinera, buen ambiente, deliciosas ostras, preparadas al momento al natural, o con aliños especiales, una gran selección de vinos, cava y champagne… y que abren todos los días.

Inaz Fernández, el responsable de esta ¨locura¨ nos cuenta como surgió la idea y como la llevó a cabo…

Inaz ¿Cómo se te ocurrió la idea de abrir un bar de ostras en Bilbao?

Tenía una corazonada. Me gustan las ostras desde niño y siempre que podía me escapaba a Francia para degustarlas. En el país vecino no son precisamente un artículo de lujo, y la gente las toma de forma informal en muchos sitios. De hecho, Francia es el país número uno en producción de ostras.

¿Y pensaste que aquí podría funcionar un bar de ostras?

Exacto. En Bilbao, se había perdido la afición, principalmente por su alto precio. Y eran pocos los sitios que las ofrecían. Me planteé importar el modelo francés. Pero, además, quería ofrecer ostras de diferentes procedencias y a precios asequibles.

¿Cuáles fueron tus primeros pasos?

Contacté con ostricultores de Galicia, Asturias, Francia, Holanda e Irlanda, entre otros. Me recorrí Francia cogiendo ideas (en España no había nada parecido a lo que tenía en mente). Para la decoración me inspiré en las cabañas de los pescadores de Cap Ferret.

Pero también me sirvieron de inspiración los oyster bar americanos. Al final metí todas las ideas en una coctelera y lo adapté al público de Bilbao.

Y claro, ¡La idea nos encantó a los bilbaínos! ¿Cuál crees que fue el secreto del éxito?

Lo más innovador fue venderlas por unidad y a precios asequibles. En El Puertito las puedes tomar una a una o mezclar diferentes tipos, como si fuesen pintxos.

La idea gustó tanto, que empezó a copiarse…

Hoy en día hay varios negocios similares, que nos han copiado la idea, en Santander, Barcelona, Zaragoza, Valencia o Sevilla, por ejemplo. Cuando abrí se corrió la voz y hubo una peregrinación de personas de distintos puntos del país para ver lo que hacíamos. Nos conoce mucha gente fuera de Bilbao, nacionales por supuesto, pero también americanos, japoneses o australianos.

¿Has pensado abrir más Puertitos en otras ciudades?

He tenido muchas ofertas para abrir en otras ciudades. Es un modelo de negocio difícil de exportar porque requiere mucha atención en las ostras que se compran. Hay que estar muy encima para asegurarse que ofreces un producto de calidad en óptimas condiciones. No es fácil. De lo que más orgulloso estoy es de haber dado la oportunidad a mucha gente de probar las ostras y de haber popularizado su consumo.

Somos fans del Puertito. ¿Tomamos unas ostras?

¡Claro, vamos!

El Puertito Oyster Bar Bilbao

 

El Puertito Oyster Bar Bilbao