Doble exposición en Galería Lumbreras de Bilbao
“American dreams” de Gonzalo Sicre y “Luces encontradas” de Miguel Galano y Juan Carlos Lázaro
Las exposiciones “American dreams” de Gonzalo Sicre y “Luces encontradas” de Miguel Galano y Juan Carlos Lázaro pueden visitarse en la Galería Lumbreras de Bilbao desde el 1 de marzo hasta el 12 de abril 2024
Galeria Lumbreras. Henao 3, Bilbao. www.galerialumbreras.com
AMERICAN DREAMS
Gonzalo Sicre
La primera impresión que nos causa la pintura de Gonzalo Sicre (Cádiz, 1967) es su aproximación a la obra de Edward Hopper.
Como el gran maestro neoyorkino, en sus temas aparecen espacios interiores, imágenes rurales o urbanas, inmersas en el silencio, en una representación real y metafísica a la vez, que trasladan al espectador un acusado sentimiento de alejamiento del ambiente en que están representados. Los cuadros de Sicre, como los de Hopper, no invitan a habitar sus espacios, sino a contemplarlos desde el exterior.
Este efecto lo consigue Hopper por medio de una inteligente distribución geométrica del lienzo, por un estudiado juego de luces frías, cortantes, e intencionadamente artificiales, creando sombras ficticias e inexistentes, y por una extraordinaria síntesis de los detalles, cualidades de las que también participa nuestro artista gaditano.
Los escenarios creados por Hopper aparecen casi siempre desiertos, y en sus cuadros rara vez encontramos más de una figura humana; y si hay más de una, lo que destaca es la alienación de los temas y la imposibilidad de comunicación resultante, que agudiza la soledad.
A Gonzalo Sicre se le ha calificado como el Hopper español, porque como el norteamericano es un artista figurativo, que pinta el silencio y retrata la soledad, y como aquel, que obtuvo su salto a la fama con una exposición de acuarelas (1923), agradece el papel como soporte de su pintura, como en esta exposición que presenta en la galería Juan Manuel Lumbreras. Sicre, no obstante, consigue transmitir los mismos sentimientos al espectador, pero marcando claras distancias con el maestro Hopper, por la seguridad del dibujo que sustenta sus obras, la exquisitez con que deposita la pintura sobre el lienzo o el papel, y la vibración de color con la que delimita los contornos de los objetos, para hacerlos menos cortantes.
LUCES ENCONTRADAS
Miguel Galano y Juan Carlos Lázaro
“Pintura sin artificio” nos parece una expresión adecuada, que podría servir tanto para titular esta exposición como para acercarse a nuestro trabajo, el de dos pintores solitarios y ensimismados, reunidos nuevamente en esta galería.
Pintura con memoria de pintura, que mira atrás sin complejos, obstinadamente. Que no busca lo nuevo, sino que transita por lugares donde la intensidad y la emoción son más importantes que la novedad o la actualidad. Que huye del ruido como de la peste. Alejada de las modas, a contracorriente, que nadie busque en ella mensaje o relato alguno. No lo hay. Pintura muda. Como dijo Arika, “la pintura no funciona como discurso, permanece fuera de él”.
No hay nada que explicar, es la propia pintura la que transmite. Importa lo que vemos y ninguna otra cosa. Lo que el cuadro muestra, lo que esconde, a dónde nos lleva, lo que nos descubre… Importa mirar y, sobre todo, sentir. Nos afanamos en la búsqueda de ese valor que el pintor vuelca en la obra, de esa cosa que se añade, que es todo un misterio, un misterio que experimentamos y sentimos, que sabemos fundamental a la vez que indecible, ante el que enmudecemos.
Lejanos y cercanos al mismo tiempo -“Diálogos gélidos” comentó Dis Berlín a la vista del proyecto-, de luces bien distintas pero afines en una manera de entender la Pintura, nos hemos puesto de acuerdo en torno a unos géneros comunes sobre los que tratamos de indagar desde hace tiempo: la naturaleza muerta y el paisaje. ¿Cuál es la propuesta? Un encuentro de rosas, de panes, de vanitas, de marinas… mismos asuntos vistos desde diferentes sensibilidades.
En estos emparejamientos hechos Pintura, en feliz encuentro, queda sobrevolando en el pensamiento una pregunta, pero una pregunta a la que no vamos a encontrar respuesta. Porque la respuesta está en el enigma que emana de las propias pinturas, que se hace visible y se siente al mirarlas, pero que resulta imposible decir con palabras.
Ante estas obras, callémonos, pues, y miremos en concentrado silencio.
Miguel Galano y Juan Carlos Lázaro, 2024.