El Museo Guggenheim dedica un espacio a la donostiarra Esther Ferrer

La exposición, “Esther Ferrer, espacios entrelazados”, se podrá ver hasta el 10 de junio 

La donostiarra Esther Ferrer estrena un espacio en el Guggenheim Bilbao destinado a su obra. La artista, una de las principales representantes de la performance en nuestro país, mostrará algunas de sus etéreas, originales y divertidas instalaciones.

La muestra está compuesta por once instalaciones, algunas de ellas realizadas a finales de los años 70 y el resto, recientemente. Nueve de ellas son inéditas para esta exposición, y otras dos, “Proyectos espaciales sobre muro” (1977) y “Las risas del mundo” (1999), se han reconfigurado para la misma.

 

Fotografía de la obra “Las risas del mundo”

Cinco de las instalaciones desaparecerán cuando termine la muestra. En ellas, Esther Ferrer dibuja el espacio de la sala a través de finos hilos colocados en sus paredes. Estas obras pertenecen a la serie “Proyectos espaciales”. Según la artista, están hechas para que cobren vida y movimiento cuando el espectador las penetra y las recorre.

 

Serie “Proyectos espaciales piramidales sobre el muro”, finales de los años setenta

El espacio también mostrará una obra reconocida con el Premio Velázquez de las Artes Plásticas, “Entrada a una exposición”. Una instalación realizada con miles de plumas naturales de marabú blancas y negras. Se trata de un pasillo plagado de plumas que el espectador podrá recorrer, completamente a oscuras y envuelto por ellas.

El director del Museo, Juan Ignacio Vidarte, destaca que con esta exposición el Guggenheim Bilbao “salda una deuda pendiente” con la artista, a la que todavía no había dedicado una muestra.