Hablamos con Álvaro Baglietto, bajista de Vetusta Morla

El grupo pasará por nuestra ciudad el próximo 30 de junio

El próximo 30 de junio se pasarán por Bilbao, pero nosotros no hemos querido perder la oportunidad de hablar con una de las bandas del momento. Tocarán en la explanada del Museo Guggenheim presentando su nuevo disco, Mismo sitio distinto lugar. Álvaro Baglietto, bajista del grupo, nos ha dedicado un rato para contarnos un poco más sobre cómo han llegado hasta aquí. ¡No te lo pierdas!

 

Very Bilbao: Acabasteis la gira de La Deriva por todo lo alto. Después de ese éxito, ¿cómo se afronta una nueva gira?

Álvaro Baglietto: Acabamos La Deriva muy arriba, con un disco en directo, 15151, en lo que ahora se llama WiZink Center. Hicimos tres conciertos donde caben 15.000 personas, o sea, la cosa había crecido muchísimo ya desde aquellos primeros conciertos. Acabas esta gira, te das un parón para saborear y también identificar qué ha pasado y poder asumirlo. Después, cuando nos volvemos a juntar para ver que va a ser de nosotros y qué hacemos, si hacemos otro disco o lo dejamos. Cada vez que acaba una gira tenemos una sensación de vacío, no sabemos si lo vamos a dejar, seguir o qué vamos a hacer.

En ese momento fuimos al local de ensayo, sin pretensiones, y estábamos todos en una misma onda de “necesitamos enfocar esto de otra manera, hasta aquí hemos llegado”. Había una sensación de necesidad de ocupar otros roles dentro del grupo y de organizar Pequeño Salto Mortal de otra manera, que es la discográfica que siempre ha sido la otra cara de la moneda de nosotros seis, la cara más empresarial, discográfica y demás. Entonces, desde la honestidad empezamos a hablar y a decirnos lo que necesitábamos cambiar o con lo que no nos sentíamos tan a gusto o por qué, y desde ahí empezamos a ocupar como otras posiciones.

De hecho, la primera canción que tocamos al volver todos al local fue Consejo de sabios. Había simplemente una melodía y unos acordes, y ahí ya se veía que estábamos todos con ganas de ocupar otro lugar en el local. Yo, por ejemplo, no cogí el bajo eléctrico. David empezó a hacer otro tipo de ritmo más reggeatonero, Juanma se fue al sintetizador… fue como “vamos a probar desde otro lado”, y a nivel personal también.

 

 

Al final, el disco ha sido un reflejo de nuestra forma de sentir en ese proceso. Cambiar, ocupar otras perspectivas en nuestras vidas con respecto a los demás. Eso luego se ve traducido en las letras y en la música de Mismo sitio distinto lugar.

 

V.B.: El nombre del disco, ¿también hace referencia a eso?

A.B.: En ese momento que nos vimos en el local dijimos: “somos Vetusta Morla pero somos otros Vetusta Morla”. No me pidas que haga lo mismo que hice en La Deriva o en Mapas porque he cambiado. Fue la aceptación del cambio en nuestras vidas lo que nos llevó a darnos cuenta de que estábamos en el mismo sitio pero en distinto lugar. Era el mismo local de ensayo, éramos nosotros seis, pero estábamos en otro sitio emocional, en otro plano totalmente a nivel personal. Aceptar eso y trabajar tirando desde ahí ha sido lo que ha dado como resultado el disco.

 

V.B.: Ha habido un cambio también en la producción. ¿Cómo ha influido el salto a Berlín? 

A.B.: Bueno, ha sido fundamental. Dentro de todo este discurso de cambio entraba la manera de hacer las cosas. No solo la posición que ocupamos, el rol que desempeñamos dentro de la banda y de Pequeño Salto Mortal, sino la manera de hacer todo el proceso. Nuestro trabajo con Sonobox y la gente de Sonobox, Javi y Manuel Colmenero, había terminado. Habían hecho la producción de los discos anteriores y sabíamos que eso ya iba a cambiar, que necesitábamos otro tipo de productor. Empezamos a ver propuestas y a hacer nuestra lista de los Reyes Magos para mezclar el disco con Dave Fridmann, por ejemplo. Al final salió porque le gustaron nuestras canciones.

En todo este proceso decidimos irnos fuera a grabar. Siempre habíamos grabado en España y queríamos tener la experiencia de tener una inmersión en otra ciudad diferente que no fuera una ciudad española y que dé la sensación de estar de viaje, en una aventura. Hemos cambiado todos los procesos. Lo de Berlín ha influido mucho al disco en ese sentido; nuestro co-productor del disco, Campi Campón, ha sido fundamental para ayudarnos, nos ha llevado de la mano con estos cambios que dan mucho miedo, pero que a él no le daban ningún miedo porque está acostumbrado a hacer las cosas así. Así que fue un acierto contar con él para coproducir el disco.

Luego, como te he dicho, los Reyes Magos nos dieron el sí y nos llevaron a Dave Fridmann, que ha hecho un trabajo de mezclas que se meten mucho en la producción porque toca mucho el sonido también. Sabíamos esto; hemos hecho todo el trabajo de Berlín con Campi pensando que luego había un delantero centro que iba a rematar, que era Dave Friedman. Luego, la masterización también ha sido excelente por parte de Greg Calvi. Así que todo el proceso ha sido muy diferente y muy necesario para obtener el resultado que esperábamos, que era éste. Un resultado de cambio y de evolución hacia otro lugar.

 

V.B.: Ayer conocíamos la noticia de que habéis agotado 38.000 entradas para el concierto del 23 de junio en Madrid. ¿Creéis que esta fecha, que da nombre a una de las canciones más especiales del disco, os ha servido un poco de amuleto? 

A.B.: Sí, nosotros nos dejamos llevar un poco por la numerología pero sin saber nada de ella. Intuimos que tienen mucho que ver todo, y que no hay tantas casualidades como parece. El tema de los números nos ha llamado la atención siempre. Pero ya te digo, sin ningún conocimiento de numerología, simplemente tirando de intuición. El 23 de junio fue porque hay una canción que sale en el proceso y que habla de estos rituales que se hacen, de la noche de san Juan. Se decidió poner el título 23 de junio y luego se decidió hacerlo coincidir con el concierto a modo de homenaje también a esa canción y a este disco. Y por qué no, tenerlo un poco de amuleto, como una noche mágica. Entonces, sí, nos hemos apoyado un poco en toda esta magia. 

 

V.B.: Venís a Bilbao a tocar en la explanada del Museo Guggenheim. Se trata de un entorno privilegiado y especial para dar un concierto. ¿Lo afrontáis con ganas?

A.B.: ¡Muchísimas! Nosotros somos seres humanos, yo hoy en una entrevista por la mañana estaba diciendo el día 23 me va a dar un infarto o algo de la emoción. Y es que no para el 23, sino que el 30 estamos donde tú dices, en esta explanada tan mágica. Es una zona de Bilbao que me encanta, al lado de la ría, del Guggenheim y de toda esta zona preciosa de Bilbao. Siempre pasamos por ahí de camino al Casco Viejo para salir a tomar algo con nuestros amigos de allá… Bueno, emoción constante, nos apetece muchísimo.

A mí Bilbao es que me mata, me encanta. Allí nos tratáis siempre de maravilla, se come fenomenal, la gente tiene una mezcla de cariño con respeto… que se disfruta mucho, vamos, que es una de esas ciudades en las que yo podría vivir encantado de la vida. Y hacer un concierto en un sitio tan bonito para tanta gente pues… emoción absoluta.

Ésto es un no parar, un súbete al tren y disfruta. Encantados de habernos conocido, de conocer a Bilbao y de tener la oportunidad. Nos sentimos súper agradecidos de poder tocar ahí un día tan bonito como es el 30 de junio, que seguro que hace buen tiempo. Todos los astros van a coincidir en que sea una noche mágica. Eso es lo que intentamos cada vez que hacemos un concierto; que ocurra la magia. Estamos tratando de conectarnos a ese nivel esotérico de que ocurra magia.

 

V.B.: En Very Bilbao nos gusta recomendar a nuestros lectores planes, conciertos… ¿qué les dirías para animarles a disfrutar de la música en vivo?

A.B.: Yo creo que la música en vivo está más vigente que nunca. Hoy en día creo que no hace falta reivindicarla. Lo que sí pasa en España, que no pasa en otros países, es que se toma de una manera más ociosa. Yo no creo que haya que animar a la gente a disfrutar de la música en directo porque creo que ya lo hacen, pero creo que hay que educar un poco en el sentido de que se escuche la música en directo como un concepto cultural, como una salida cultural más que como una salida ociosa.

Cambiar el ocio por cultura, darnos cuenta de que estamos ante un evento cultural. Pero yo creo que sí que hay muchos eventos, ya no solo festivales que están en auge de nuevo, sino muchas ofertas de conciertos internacionales y nacionales brutales. Por ejemplo, hoy en día hay cantidad de bandas españolas y de artistas españoles buenísimos, de mucha calidad, así como en el teatro hay cantidad de eventos culturales que merecen la pena. A mí me encantan porque me hacen sentirme humano. En cualquier caso, yo soy de los que se suben al escenario y no sabría venderlo mejor que haciendo lo que sé hacer.

 

¡Muchísimas gracias!
Si te has quedado con tantas ganas como nosotros de que llegue el día 30, no te pierdas este concierto. Puedes conseguir tus entradas aquí.