Hace algunos meses atrás, gracias al evento Fair Saturday de 2019, Very Bilbao tuvo la oportunidad de conocer a Iñaki Luengo y la gran labor con la Asociación Luenalde.

Gracias al estreno de su documental “Malawi, Futuro incierto” en el centro Hika Ateneo, Iñaki se dio un tiempo para hablarnos de sus proyectos, ideas, y cómo fue que decidió apostar por crear la Asociación Luenalde, y sobre todo, de cómo lo lleva a cabo.

Iñaki es un ingeniero de profesión y fotógrafo en sus tiempos libres. Una pasión que le ha llevado a realizar varias exposiciones. Gracias a la fotografía ha logrado poder darle difusión a la Asociación Luenalde, de la que es fundador. Una organización que tiene como fin escolarizar a niños y niñas en la etapa de secundaria para así combatir con muchas otras carencias, como l matrimonio infantil, el sida y la falta de educación sexual.

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Entrevista a Iñaki de la Asociación Luenalde

¿Cómo llegas a Malawi?

Pues de la manera más casual. Estuve de Erasmus mientras estudiaba Ingenieria en el sur de Inglaterra y uno de mis amigos era de Malawi. Al acabar el Erasmus, varios años tras ello, le escribí a este amigo y me preguntó qué tal iba y le dije “pues tengo ganas de cambiar de aires y sacar fotos y tal”. Me comentó que su mujer tenía una Fundación en Malawi. Son los dos nativos de allí, así que me fui. Con él conocí a diferentes personas allí, estuve haciendo algunas cosillas, les dimos libros de texto, material sanitarios, varias cosas, pero a muy pequeña escala. Regresé y dije tengo que volver.

 

Asociación Luenalde

¿Cuando llegas a Malawi, con qué tipo de obstáculos te tienes que enfrentar?

Lo primero que me gustaría decir es que yo no voy allí a imponer. Hay que escucharles y ver lo que ellos necesitan, y en base a eso, en base a lo que ellos creen que van a ser capaces de llevar a cabo, nosotros le damos los medios. Porque si les impones algo, no funciona. En relación a la educación, lo que sí te puedes encontrar es que muchos de los padres al no haber sido educados, no ven en la educación algo importante, no entienden que los niños tienen que tener cubiertas ciertas necesidades, como la comida y la higiene. Es por ello que prefieren que el niño ayude en casa o en la huerta, a que vayan a la escuela. Con las personas que tenemos ahí, vamos y hacemos concienciación, la importancia de la alimentación, de la educación sexual, ya que el sida es otro problema que hay allí. Hay que intentar educar a la población de que utilicen anticonceptivos, hay familias que sin ningún tipo de recursos tienen 7 hijos y eso es un problemón.

¿Qué fue lo primero que hiciste oficialmente como Fundación Luenalde?

Creamos una granja con 100 pollos, pusimos mosquiteras para más de 100 personas, e hicimos el primer bloque de escolarización a 11 niños de secundaria. Volví nuevamente a Bilbao, y quise seguir con esto. Porque al final el proyecto principal es escolarizar a niños en secundaria por los 4 años que duran.

 

Asociación Luenalde: escolarización a niños y niñas

¿Cuánto cuesta la escolarización de un niño por esos 4 años?

Cada año está dividido en 3 trimestres, y cada trimestre está aproximadamente 15 euros. Es decir, por esos 15 euros los niños no pueden ir a la escuela. Nosotros le damos de todo para que vayan a la escuela como Dios manda. A día de hoy tenemos 104 niños escolarizados en 6 escuelas diferentes de Malawi. Lo que hacemos es pagarles las matrículas escolares, las tasas escolares, los exámenes, los uniformes, todo lo que necesita un niño. Además, lo que hacemos es tratar de escolarizar a niñas para combatir el matrimonio infantil. A día de hoy en Malawi, el problema es que hay muchas niñas que con 12 o 13 años se casan y tienen hijos.

Además de la escolarización a los niños y niñas ¿Qué otro proyectos tiene Fundación Luenalde?

En 2017 en la ciudad de Mzuzu, la tercera ciudad más grande del país, creamos el primer cine. Es un lugar que tratamos de utilizarlo para formación, entretenimiento, y lo llevamos a las escuelas para dar cursos.

Así mismo, nos hemos dado cuenta que las niñas tienen un problema añadido, y en el caso de las niñas de Malawi, aún más. Cuando tienen la menstruación dejan de acudir a clases porque tienen un único uniforme que lo manchan, ya que no tienen compresas o tampax. Muchos niños se ríen de ellas y en esa época las niñas dejan de ir a clases e incluso algunas optan por el abandono escolar. Es por ello que ideamos una manera sostenible para que en esa época las niñas puedan ir a clases, ya que la menstruación no debería ser un problema. Contactamos con una empresa en Malawi, y compramos a esta empresa packs reutilizables de compresas y además les pedimos que les den una formación a estas niñas de cómo hacer su propia compresa, a la antigua. De esta manera las niñas pueden usar la compresa, lavarla y volver a utilizarla y seguir yendo a la escuela.

 

Asociación Luenalde: primer cine

¿Cuántas personas trabajan contigo en Malawi?

Tenemos a un equipo de 4 personas en Malawi. Está la directora que es Judith; otra persona dedicada a la coordinación de proyectos educativos, Pamela; alguien que se dedica a ir a las comunidades, Martha. Y luego tenemos a Jacob, que hace de todo. Todos ellos son nativos de Malawi, son todos más jóvenes que yo, estudiantes de Derechos Humanos o Cooperación y Desarrollo. Y tampoco es que ellos tengan mucho, pero sí que son muy generosos.

¿Cómo compaginas tu día a día y estar al tanto de todo lo que sucede en Malawi?

No es fácil. A veces me hecha la bronca Judith porque no le he contestado. Y es que tengo mi día a día. Salgo de trabajar, luego si ellos me mandan el report financiero hay que revisarlo, hay que corregirlo. Me mandan las actividades de allí, hay que proponer cosas. Aquí tengo que mover a la gente para que manden cartas o tal. Aquí lo hago yo, aunque hay personas que a veces me ayudan con la difusión, ya que el boca a boca siempre me ayuda. Pero el trabajo real, de campo, en Malawi, lo hacen ellos, a mí me toca hacer el seguimiento, el pesado. No es fácil, pero lo hacemos porque queremos.

 

Asociación Luenalde

¿Siempre quisiste tener tu propia organización, dedicarte a esto, o fue algo que solo se dio?

Pues no sé qué decirte. Cuando yo acabé los estudios, no tenía muy claro qué hacer. Ahora sí que lo tendría muy claro, no hubiera estudiado ingeniería, hubiera hecho otra cosa, pero creo que todo va por momentos. Y bueno, me gusta mucho viajar y lo junté con la fotografía.

Comentaste en la presentación del documental que prefieres apoyo económico, más que cosas materiales ¿Por qué tal decisión?

Primero porque los libros escolares se rigen por una política de educación de Malawi. Sus libros están en chichewa, entonces no tiene sentido que yo lleve libros en otro idioma. Por otro lado, algunas veces me han dado algunas ropas, pero es muy difícil llevarlo porque para llegar a Malawi hay que  pasar por varios países, y a veces, sale más caro el envío que los productos como tal. Además, prefiero comprarlo allí, porque si le compro a una tienda local, esa ganancia va a ir a una familia de Malawi, de esa manera se ayuda indirectamente a esas familias. Por ejemplo nosotros tenemos allí una librería con la que trabajamos ya mucho tiempo.

 

Asociación Luenalde; entrega de cuadernos

¿Cuál es ese nuevo proyecto que se está llevando a cabo en la Asociación Luenalde?

Hemos creado un proyecto, que es el intercambio de cartas, y de momento contamos con seis niñas. La idea es que los niños de aquí intercambien cartas con niños de Malawi. Yo creo que es muy gratificante y enriquecedor sobre todo para los niños de aquí. Para que conozcan que hay otra realidad, no solo la tablet, el smartphone y la vida que tenemos aquí. Lo que hacemos es que el niño de aquí le pague el año escolar a un niño de Malawi. Además, quiero pensar que con esta experiencia van a ser más tolerantes el día de mañana, que van a ser menos racistas, que van a conocer otra realidad y van a saber dónde queda Malawi.

¿Cómo te sientes al ver que tu proyecto va creciendo poco a poco?

Es muy muy bonito. No me lo imaginaba, pero siempre hay que ir a más. Ahora estoy intentando conseguir más entradas para poder escolarizar a más niños y niñas. Hemos vuelto a contar con la plataforma Kukumiku para recaudar los fondos necesarios para seguir con la escolarización.

 

Asociación Luenalde

¿Qué esperas para el futuro de la Asociación?

Me daría mucha alegría si siguiéramos en 5 años. Y si pueden ser mil niños a los que demos estudio, mejor, pero no por cantidad, sino con calidad. Que el día de mañana pueda contar con más niños y seguir haciendo las cosas bien. Seguir mejorando el orfanato con más mosquiteras, así como la vacunación contra la malaria. En uno de mis viajes, conocí a un grupo de médicos y espero poder llevarlos al orfanato. Pero principalmente seguir trabajando en la educación. Espero que en 5 años siga teniendo estas ganas, esta ilusión, poder seguir manteniendo a la gente allí. Incrementar la plantilla en Malawi, enviar voluntarios de aquí. Y seguir vivos, sobre todo, somos un granito de arena. Entonces mi objetivo es que esto siga funcionando.

 

Muchas gracias a Iñaki Luengo por compartir más sobre la Asociación Luenalde y por su gran labor.