En plena Gran Vía se levanta un proyecto pionero y un nuevo concepto para los bilbaínos; una bodega urbana. Esta idea impulsada por un equipo de personas encabezado por la enóloga Ana Martín, ofrece todos los procesos del consumo del vino en pleno corazón de la villa. En un mismo lugar, se concentra el almacenamiento de los vinos en diez depósitos 500 litros de capacidad, el embotellamiento del vino, su venta y también su consumo

Se puede decir que son tres negocios en uno. Bodega Urbana funciona como bodega, como punto de venta de vinos y como bar

La Tienda

La tienda pone a la venta  un total de 100 marcas distintas de vino, procedentes de diferentes países. Desde las estanterías, se puede ver los diez depósitos de 500 litros cada uno en los que se conservan, diez vinos varietales; Garnacha, Tempranillo y Syrah entre otros. Allí esperan a formar parte de una botella y ser embotellado, mientras son refrigerados y conservados en las mejores condiciones.

La Bodega

Una vez que el vino ha salido de los depósitos, a tan solo unos metros y sin salir de la misma sala, puede ser embotellado y etiquetado. Esta es una de las grandes novedades que ofreceBodega Urbana; la creación de vinos a la carta. Los clientes pueden pedir las proporciones de lo que quieren y crear su propio vino, a su gusto y con una etiqueta personalizada.

El Bar

Disfrutar en el bar de un buen vino acompañado de un pintxo o una tapa. Los ibéricos, ahumados y varios tipos de queso son ideales para acompañar en la degustación. En un espacio con vistas al Parque de Doña Casilda puedes disfrutar de un buen vino y de una oferta gastronómica de pinchos y productos de alta calidad, con el asesoramiento del coconero Aitor Elizegi.

Además, Bodega Urbana realiza cursos de cata, catas comentadas, maridajes… y desempeña la función de lugar en el que formar a los bilbainos en todo lo relacionado con el mundo del vino.