Suite. Sin permiso

21 de noviembre, 18:00 h. Auditorio del Museo Guggenheim Bilbao

La bailaora Ana Morales presenta una versión adaptada para esta ocasión de su producción Sin permiso una de sus piezas más personales y celebradas, concebida como un réquiem por su padre.

En la interpretación de esta obra, merecedora del Premio Giraldillo al Baile 2018 y de tres Premios Lorca del Teatro Andaluz 2019, acompañan a Morales en escena el baile de José Manuel Álvarez, el cante de Juan José Amador, la guitarra de Juan Antonio Suárez (“Canito”) y la batería y música electrónica de Daniel Suárez.

Este espectáculo se enmarca en el 21º festival Dantzaldia, organizado por La Fundición.

Puntos de venta: Taquilla y web

*Aforo limitado y uso de mascarilla en todo momento. Programa sujeto a modificaciones.

 

 

Suite. Sin permiso

“Cuando descubres que nada es casual, que Andalucía formaba parte de mi piel antes que yo, que hubo un hombre marcado por el dolor, y el dolor le provocó el silencio, que su silencio se transformaba en música, en arte, en flamenco, que hubo caminos a otras tierras marcadas con sangre y que su sangre vuelve por fin a sus tierras. Que sus palabras mudas se las llevó el viento y el viento las convertirá en baile…” Ana Morales

Hay espacios en nuestro interior que son como nuestros desvanes o trasteros, donde acumulamos, igual que objetos olvidados, algunos recuerdos lejanos, momentos y relaciones que hemos vivido y nos han marcado de una u otra manera. Esos espacios viajan en un lugar profundo de nosotros y se pierden en la frontera entre la razón, el sueño y la memoria.

Para Ana Morales el recuerdo del padre está ligado a su relación con Andalucía y el flamenco, con una manera de entender el arte y la vida. Sin embargo, durante mucho tiempo, el acceso a su memoria, a su historia y a su persona fueron prohibidos por él mismo, envuelto siempre en una nube de silencio y misterio.

Ana entra hoy en ese espacio suyo, donde se esconden los por qués de algunas cuestiones, como su manera de relacionarse con los hombres, con el baile, con el flamenco… Y lo hace Sin permiso, a modo de ritual personal, para encontrarse con esos recuerdos y exorcizarlos, poner orden y dejar entrar el aire, volver a jugar con esos juguetes y objetos del pasado y darles un nuevo sentido, para encontrar en ellos las pistas de sus futuros pasos.

Guillermo Weickert

 

La bailaora Ana Morales en el Guggenheim Bilbao