(entrevista 2014)

Carlos Castillo, creador y propietario de la marca MAN 1924 ha querido trasladar desde el origen su exquisito sentido de la “dificil sencillez” en el vestir.

Desde que con 18 años abriera su primera tienda en Bilbao, todo ha sido una suma de detalles bien cuidados. Su abuelo Ambrosio Navares, fundador de la marca MAN y reconocido empresario de la indutria textil, le mostró todos los entresijos de este apasionante mundo.

A Carlos Castillo siempre le ha obsesionado el patronaje y la calidad, por ello ha querido transmitir su visión más personal creando sus propias prendas, obteniendo reconocimiento y distinción de la marca MAN 1924. MAN 1924 posee dos tiendas, que lleva junto a su hermana y mano derecha Olga, una en Bilbao y otra en el barrio de Salamanca en Madrid.

 

Carlos, ¿Qué le dirías a alguien que no conoce Bilbao para que nos visite?

Creo que Bilbao hoy en día se merece una oportunidad. Se puede encontrar, eso si, buscando un poquito, desde el glamour de una gran ciudad, a la calidad de vida que ofrece una ciudad que te la recorres andando en una mañana.
Sabemos que viajas mucho ¿Qué echas de menos cuando estás fuera de Bilbao?

Yo echo muchas cosas de menos cuando salgo fuera. Aunque viajar me encanta y me aporta muchísimo, lo que realmente me da paz y me hace feliz son las pequeñas cosas del día día.Todo esto lo tengo en Bilbao junto a mi familia y amigos.

 

¿Cómo pasarías un día y una noche perfectos en Bilbao?

Mi día perfecto (sobre todo en fin de semana) no suele ser en la ciudad, ya que me gusta tanto el deporte y la naturaleza que la verdad es que piso poco Bilbao. Creo que para gente más tranquila, o lo que yo mismo hago cuando voy a un sitio que no conozco, podría ser así: Un desayuno leyendo el periódico en la cafetería del Museo de Bellas Artes, una visita al Museo Guggenheim, una tortilla en el Kirol, un bocadillito de jamón en La Viña, todo esto en pleno centro de Bilbao…
Luego un paseo por sus tiendas; Echegoyen, for, Denis, La trastienda, Man 1924, etc…
Rematar con una buena comida,en el Mugarra por ejemplo, creo que puede llenar bastante bien la mañana.
Una cosa buena que tiene Bilbao, como he dicho antes, es su calidad de vida. A diez minutos en metro saliendo de la puerta del restaurante, te puedes ir a dar un paseo por el mar y cambiar totalmente de escenario. Aquí te puedes quedar o volver a Bilbao a ver una opera o un concierto en el Palacio Euskalduna o en la Sala BBK de la Gran Vía. Ya el tema de la copa me parece mas complicado. No estoy muy puesto pero creo que en este aspecto Bilbao no aporta mucho. En el Apikale ponen buenos gin tonics y en el Splash&Crash del Hotel Domine también se puede tomar una copa agradable, eso si, no hay marcha. A mí para cenar me encanta ir al Museo Berria, junto al perro del museo. Hay una enorme variedad de vinos y todo está rico: jamón cortado a cuchillo, un buen tomate de la huerta y una tortilla de bacalao marca de la casa. Ademas es un sitio tranquilo También una merlucita frita en el Monterrey no tiene desperdicio.

 

¿Hay algún rinconcito poco conocido de Bilbao que nos puedas recomendar?

Los rinconcitos depende mucho de cada uno y de cada momento, por eso es difícil contestar a esta pregunta. A mí, aunque casi no voy, me gusta La Karola, un sitio que hay en la ría para ir a ultima hora de la tarde, con una bonita luz, a tomar unas cervecitas y escuchar música.
Aunque pienso que haría falta más sitios de estos alternativos que se salgan del circuito, como hay en todas las ciudades europeas, que disfrutan de cafés, bares y restaurantes a orillas de los ríos que las atraviesan.